¿Productos de discoteca?

Y de entre todos los establecimientos de la ciudad, quiso el destino caprichoso que fueran las discotecas las únicas en las que las chicas entramos gratis. Al principio no le di muchas vueltas; dije: “Bueno, eso que ganamos, hija, que ya bastante con lo que tenemos…”.

Pero es que ahora, es precisamente ese pensamiento el que me está rayando. Joder, ¿no hemos sufrido el machismo durante siglos? ¿no descubrimos cada día machismos en los lugares más insospechados? Aquí hay algo que no encaja.

A ver, lo primero que me chirría es que las empresas siempre hacen las cosas por algo, para ganar algo, esa es la lógica. ¿Altruismo? Imposible. Y, ¿qué querrán? ¿Que cojamos simpatía por esa discoteca para que vayamos muchas veces? Puede ser, pero, ¿para qué?, si siempre es gratis, no ganan nada con nosotras, ¿no?

Qué estrategia de marketing más rara. Igual es que no soy yo la receptora de esa estrategia… Un momento, ¿quién está poniendo la pasta? Los tíos. Ah… Ok, que va a ser a ellos a quienes haya que convencer. Y, mierda, ya sé cómo: con nosotras dentro. Nosotras entramos gratis y estamos contentas, ellos pagan por un sitio lleno de tías y están contentos.

Joder, pero, ¿y eso no nos deja en posiciones diferentes? Lo que es seguro es que ellos son los consumidores, ¿y nosotras? ¡Bingo! Junto a la música, la bebida y el local, somos los productos. Ostia, parece que sí que ganan algo con nosotras; que gratis, lo que se dice gratis…

Conque productos… Supongo que es como si, en vez de personas, fuéramos objetos… Y los objetos no dicen nada, son utilizados, y sirven para lo que quiere la persona que los usa. O sea que puede ser que, de todo lo que somos cada una de nosotras, en las discotecas solo importe una parte, ¿y cuál va a ser? Nuestra apariencia física. Me jode, pero creo que estoy dando en el clavo. Y, digo yo, ¿eso de ser objetos en las discotecas no nos calará más de lo que nos gustaría? Creo que a mí sí.

Y me estoy dando cuenta de otra cosa, si nosotras somos objetos y los tíos consumidores, seguro que no nos vamos a relacionar desde la igualdad. Para empezar, igual nosotras nos sentimos en deuda. Y ellos… Joder, si muchos tíos se toman licencias en cualquier lugar, como ser invasivos, opinar sobre la apariencia de las tías sin que les pregunten, ¿en las discotecas no se les subirá más aún a la cabeza por el hecho de haber pagado una entrada? Anda que muchas amigas y yo no habremos sufrido acoso y habremos llegado a agobiarnos mucho con tíos que querían ligar con nosotras.

Pues vaya mierda esto de entrar gratis solo las tías. Igual para ahorrar mejor me voy a un sitio donde todo el mundo entre gratis o haya horas más baratas para todos y todas.

Un abrazo.

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