¡Vuestras cárceles para vuestros delincuentes! Libertad para los dos integrantes de Títeres desde abajo, detenidos por sus ideas políticas

El carnaval ha sido, tradicionalmente, esa época del año en que las normas sociales se ponen entre paréntesis y el humor y la sátira salen a escena. Estos elementos permiten tratar temas polémicos y complejos de una forma más distendida y tienen, por tanto, un enorme valor social. Es en este contexto en el que el pasado 5 de febrero se produce la detención de dos artistas que se encontraban representando la obra de títeres La Bruja y Don Cristobal con motivo de los carnavales de Madrid. Al parecer, el contenido del espectáculo no era del agrado de algunas de sus asistentes que, amparadas en el derecho a la ofensa y como buenas ciudadanas, decidieron llamar a las fuerzas del orden para que devolvieran la cordura a esa insensatez, olvidando, por tanto, que estaban asistiendo a una obra satírica.

En este país llevamos muy bien que los políticos se rían de nosotros en nuestra cara, pero no llevamos tan bien que se denuncien hechos como la intromisión de la Iglesia en cuestiones políticas, la represión policial al servicio de ciertas corrientes políticas o el que el derecho de propiedad de unos pocos ricos esté por encima del derecho a una vida digna del resto.

Las detenciones por parte de la Policía Municipal se producen bajo la acusación de «enaltecimiento del terrorismo», razón por la cual las compañeras fueron trasladadas a Moratalaz y puestas a disposición judicial. Tras pasar la noche en el calabozo, han declarado ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien les ha mandado a prisión sin fianza. Sabemos que mucha gente dormirá hoy mucho más tranquila, a salvo de estos peligrosos delincuentes. Queremos destacar que la obra de títeres representa en ese punto un montaje policial en el que se coloca a uno de los personajes una pancarta que reza «Gora Alka-ETA» con el fin de incriminarle, y que en ningún caso se trata de un acto de enaltecimiento del terrorismo. Ante esta escena es difícil no pensar en otros casos de montajes policiales, esta vez reales, como el del 4F o el perpetrado contra Alfon.

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Por otra parte, en la página web de Títeres desde abajo se puede ver que la obra aparece clasificada como «Teatro popular» y no dentro de la categoría «Espectáculos infantiles», por lo que podemos interpretar que la obra no está pensada específicamente para niños y niñas. Puede argumentarse que, por error de los programadores de la sesión o por un malentendido, la obra aparece como «Para todos los públicos». No obstante, queremos apuntar, para la reflexión, que creemos que la educación en el pensamiento crítico es un deber social y no debemos tener miedo de tratar a los niños y niñas como los seres pensantes que son. Sabemos que es más fácil relegarles al mundo de hadas y héroes, de consolas, sin preguntas incómodas. Sin embargo, si queremos un futuro con personas críticas, debemos empezar educando desde hoy y mostrando las diferentes realidades que existen en el mundo real en el que viven.

Recomendamos leer el comunicado de las compañeras de CNT Granada para obtener más información sobre la polémica por el contenido de la obra y la descripción real de dicho contenido, puesto que los medios de comunicación no han tardado en hacerse eco de la noticia, recortando y retorciendo la realidad a su antojo hasta convertirla en la noticia que más les convenía. Ante este despliegue mediático, el Ayuntamiento de Madrid se ha mostrado apocado y achantado ante los medios y ha intentado echar balones fuera culpando al director artístico, el cual ha sido destituido inmediatamente, argumentando que «la obra no había sido visionada con antelación».

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Del mismo modo, algunos partidos políticos han tratado de sacar tajada del asunto, enzarzándose en discusiones y acusaciones que nada tienen que ver con la grave realidad que con estas actuaciones se nos muestra: la brutal represión de la libertad de expresión.

Condenamos firmemente estas detenciones, la repugnante manipulación mediática y la cobardía del Ayuntamiento de Madrid, y queremos hacernos eco de los comunicados que otras compañeras han lanzado, siempre teniendo en cuenta que la represión y persecución política está a la orden del día en España y este no es, ni mucho menos, un caso aislado.

Hoy, día 7 de febrero, a las 13:00 tendrá lugar en la Plaza Tirso de Molina una concentración en apoyo a los compañeros de Títeres Desde Abajo.

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Asimismo, el día 13 de febrero se ha convocado una manifestación contra la represión bajo el lema “Nos quieren solas, nos tendrán solidarias”. La manifestación partirá a las 18:00 de la Puerta del Sol y terminará frente al Ministerio de Justicia.

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Más información en #LibertadTitiriteros o en @chamberienlucha

Queremos un barrio mestizo y solidario

Sacado de: Tercera Información (http://tercerainformacion.es/).
Por: Marta Plaza

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Queremos un barrio mestizo y solidario

Esta frase resonó el pasado sábado 24 de enero por las calles de mi barrio. Un cántico que unía a muchas voces de edades distintas, de diferentes profesiones y situaciones laborales y económicas (porque había personas desempleadas, trabajadoras, precarias y también los afortunados que aún conservan un trabajo con salario digno, además de estudiantes y, como yo, pensionistas). También, a poco que te sumergieras en la marea de personas que reclamaban que Chamberí sea eso, un barrio mestizo y solidario y no un lugar inseguro por la violencia de origen neonazi y sesgo racista u homófobo, veías también distintos colores de piel, intuías distintas procedencias, historias de vida por conocer.

Y ese es el barrio que yo quiero. Uno en el que arrimemos el hombro todos sin importar procedencia, donde peleemos juntos por seguir haciendo de Chamberí un barrio amable, hospitalario, sin esa violencia y discriminación que no tiene cabida en nuestras calles, como no la tuvo en Tetuán y no la tendrá en ningún barrio de esta ciudad solidaria.

En nuestro barrio, desde siempre, los que crecimos en un bajo interior de una calle amplia de Chamberí convivimos en armonía con los que nacieron en esa América del Sur en que celebran las Navidades dándole la bienvenida al verano, o con los que nacieron en aquella China con unos signos zodiacales distintos a los nuestros. Cuando eres niño ves las diferencias en clase y llega la curiosidad, de ella salen más preguntas y poco a poco vamos aprendiendo más sobre las distintas culturas que compartimos en la clase, en el patio del colegio. Y cuando creces, te das cuenta de que ese compartir espacios con gente de procedencia diversa, gente de aquí y allá, no ha hecho más que enriquecer tu vida, que abrirte la mente, que hacerte comprender el mundo mejor, que llenar tu camino de posibilidades.

Pienso hoy, además de lo ya dicho, en los amigos que tengo trabajando fuera de España, esos que se fueron por la crisis, los “exiliados económicos”. Decimos mucho esa palabra, decimos mucho que nuestros jóvenes en Alemania, Reino Unido, Canadá o Dinamarca son exiliados. Bueno, al fin y al cabo no dejan de ser migrantes, tanto como los que tampoco encontraron opciones en sus países y vinieron al nuestro a buscarlas. No hay migrantes de primera (los nuestros, exiliados económicos) y de segunda (los que vienen aquí a España, simples inmigrantes). Todos son personas construyéndose un futuro, que han dejado atrás muchas cosas: sus familias, su gente, su espacio… y se merecen ser bien tratados en sus lugares de acogida. Yo no querría que nadie en Dinamarca mirase mal a mi amiga H. sólo por ser española, ni que reciba una paliza por ello, ni que un grupo de neonazis decidan que aunque ella pueda pasar necesidad, no es digna de recibir ayuda por no haber nacido en el lugar indicado. Y ese mismo respeto, esa solidaridad con nuestros semejantes, es también lo que quiero para los inmigrantes que recibimos nosotros.

En Chamberí siempre hemos sabido ejercer esa solidaridad, siempre hemos sido un barrio abierto, vivo, generoso. Y, en mi experiencia, más aún tras el 15M, cuando este movimiento se pasó a los barrios, en la Asamblea que se reunía semanalmente en la plaza de Olavide se respiraba esa generosidad, compromiso, solidaridad y empatía. Desde allí fuimos creando redes a la vez que apostábamos por dibujar ese mundo mejor y más justo en el que muchos creíamos. Algunas cosas salieron bien, otras dieron lugar a nuevos colectivos y hoy muchos tenemos unas redes de apoyo mutuo con las que antes no contábamos y que sabemos fuertes, sabemos cercanas.

Y ahora que hemos conseguido que el barrio esté vivo como nunca, lo que no vamos a permitir es que se queden en él unos neonazis que trasladan su mensaje discriminatorio, de odio, violento. No queremos que nuestros vecinos y vecinas migrantes vivan con miedo y tengan que evitar zonas para sentirse más seguros (y ni aun así estar a salvo, no sería la primera ni la última vez que los neonazis se agrupan y “salen de caza”). Por eso me parece muy buena noticia que de nuevo el barrio esté organizándose, esta vez desde la plataforma Chamberí en Lucha, y por eso, igual que asistí a la convocatoria de la manifestación del 24 de enero, seguiré asistiendo a sus acciones, a sus llamadas de apoyo. Las próximas, en febrero, estad atentos a sus redes sociales (@Chamberienlucha en Twitter, Antirracistas Chamberí en Facebook o en su blog https://chamberienlucha.wordpress.com) para conocer de primera mano las siguientes convocatorias.

Cierro como empecé este escrito. De la manifestación del pasado 24 de enero me quedo, además de la satisfacción de ver a mi barrio movilizándose por una causa justa, con ese cántico que todos seguíamos. Queremos un barrio mestizo y solidario. Porque así es nuestro Chamberí. Y lo va a seguir siendo, de eso estoy segura.